María del Pilar Martínez
06 de febrero de 2022, 13:00
La Ciudad de México, al igual que 11 entidades en el país, transitará al nuevo modelo laboral, pero dado que es una de las más grandes, espera que se pueda retrasar 5 meses el proceso de implementación, mientras la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y de la CDMX experimenta un nuevo esquema para terminar con el rezago de expedientes.
En entrevista con El Economista, el presidente de la JLCA-CDMX, Eleazar Rubio, recientemente nombrado por la Jefa de Gobierno como nuevo presidente, comentó que tiene una meta muy clara, transitar hacia el nuevo modelo laboral, dando resultados inmediatos, para reducir el rezago de expedientes que aún existe.
“Llegamos aquí con el firme objetivo de abatir el rezago, es un rezagos acumulado a lo largo de décadas y que se agudizó con la crisis sanitaria de la Covid-19 y al momento tenemos alrededor de 130,000 en trámite en las diferentes etapas procesales, y bueno eso implica que tengamos que cambiar las cosas, no podemos seguir de la misma forma”, explicó.
El punto, dijo, “es terminar con el rezago, es importante porque es una lucha histórica de los trabajadores de las clases más desprotegidas; es parte de los derechos sociales de la población, de aquí que reforma en el 2019 estuviera tendiente a cambiar la forma de precisamente afrontar este problema”.
El punto de partida que plantea el presidente de la JLCA-CDMX, es hacer un análisis de cada uno de los expedientes, que superan los 130,000 con todos los que siguen ingresando, para dan una respuesta contundente y en un mes reflejar resultados sobre el rezago.
Ahorita pues hasta el último día de abril podremos recibir quejas o demandas, hay un planteamiento que se pueda ampliar este término que tenemos hasta octubre, pero ahorita formalmente es hasta el último de abril, hasta que se hagan unas modificaciones legislativas; en un artículo transitorio podría ampliarse este plazo hasta el último de septiembre, hasta ese momento todavía recibiremos asuntos para llevar a cabo los presentes”.
“Existen fallas humanas -en todo esto del rezago- necesitamos saber si nosotros tenemos esos 130,000 o más expedientes, y segundo en qué estado procesal está, para que una vez que estemos en esa revisión, vamos a realizar una serie de acciones que nos permitan, aparte de depurarlo, impulsar algunas acciones para que podamos agilizar todo el procedimiento en términos generales”.
Es un reto fuerte porque además, dijo, “tenemos que hacer una proyección para ver cuánto tiempo nos tardaríamos haciendo esos 130,000, y enfrentar el cierre de algunas juntas por contagios de Covid”.